jueves, 17 de diciembre de 2009

Riqueza de espíritu

A veces alcanzamos significados certeros en nuestro sentimiento; en nuestra profundidad. Hay ocasiones de oro donde pescamos a fondo perdido repuestas en nuestra naturaleza y también comprendemos por un momento su mensaje pero, en ese instante no sabemos y si el mundo nos comprendería. Con escasa frecuencia llegamos a esa tierra de nadie y la música del espíritu se emociona por querer derramar en palabras lo que somos capaces de sentir; lo que llevamos por dentro...
En ciertas soledades, el corazón se ensancha de tal manera que no tiene lenguaje para contarselo a nadie y puede que nunca salga de nuestra boca pues, cuando ha pasado ese instante, lo olvidamos y sólo queda su esencia. Así pues, las palabras son pobres. Me encantaría retener aquello que se olvida tan fácilmente por desear tanta riqueza en tanta gente que siento en tal variedad de razas y clases sociales, en tal variedad de ver la vida de una manera tan individual, que me pierdo con la curiosidad...
...y ahí estás tú.

2 comentarios:

InsolenZe dijo...

Cuando uno habla hacia dentro consigo mismo... se le oye tanto...........

Un besito.

Lola Baena dijo...

No me cansare de decirte que me gusta muchisimo como escribes, aprendo de ti. Un saludo.