jueves, 7 de agosto de 2014

El silencio de una mujer casada


Helen era una prostituta. Su trabajo era la esquina de siempre y sus clientes, a veces variados buscando algún calor a cambio de dinero...
Peter era hombre fiel pero deseaba a Helen cada vez que la vía desde su coche de camino a casa. Ella lo miraba descaradamente y a el le gustaba...
Hacía el amor con su mujer pensando en Helen y Fanny, era un ejemplo de mujer casada. Jamás se quejó a Peter con razones poderosas de echarlo de la cama...y así pasaron los años. Tuvieron tres hijos y una madre y esposa que daba ejemplo en el buén hacer.
Pero peter quiería probar a aquella mujer; tocar sus pezones, pasear la mano por sus muslos y acariciar su sexo, besarle la boca de color carmín para demostrarle su hombría...
Llegó un viernes por la noche y Fanny viajó a San Francisco. Peter pensó que aquella era la suya. Tomó dinero y le compró una hora a Helen...
En aquel cuarto, peter estaba ansioso de poseerla. Apenas comenzó el acto, Helen se lo quitó de encima de un empujón y groseramente le dijo: ¡¡Tú no sabes follar!!¿quién te ha aguantado todos estos años?...




2 comentarios:

Recomenzar dijo...

Gracias por tu comentario
saludos

Mucha dijo...

Interesante tu texto despues de leerlo dos veces ...lo entendi mejor
La esposa acepta lo que la futura amante rechaza antes de empezar
Muy sabio
jajaja
gracias por tu comentario