lunes, 4 de agosto de 2014

El valor de la vida


Disfrutar de la vida no lo suele hacer mucha gente. Siempre hay algo qué pedir o algo por lo que se sufre además de la incapacidad de poder acceder...
Desde casi siempre he apostado por el poder de cada persona incluso, los enfermos pueden llegar a ser felices, muy felices. Odio los sin sabores de la vida y el estar perdido sin saber qué hacer.
Al final, para llegar a ser lo que somos, es cosa de momentos sabios. Son momentos que enlazados unos detrás de otros, serían cortometrajes comparados con años de existencia...
Pero nacemos sin aprender lo que hay que saber y cuando tomamos conciencia, estamos descarriados e infelices...
Presten ustedes oído a su corazón y dejen pasar el tiempo buscando su raíz. La aventura del vivir en realidad son momentos a traves de los cuales, el tiempo pasa más placentero. Sin duda apuesto por el corazón y al final, cuando lleguemos a esa meta donde el espíritu se separa de nosotros, siempre digamos: "He vivido"...




2 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

Apuestas por el corazón, un músculo viscoso y egoísta que va a lo suyo, y un día se negará a seguirte bombeando sangre. Perderás la apuesta, seguro, pero creerás ser feliz. Todo vale en estos tiempos de caducidad.
Abrazos, siempre

Mucha dijo...

He vivido
ya que dia a dia aprendo lo no aprendido