martes, 12 de julio de 2016

Café sin descafeinar








El dolor nunca se podrá evitar. Nada mas nacer según parece, lloramos y creo que nos sienta bién....Crecemos a pesar de nuestros protectores y también toca el sufrir que a veces nos hace crecer.  Pienso mucho en la reglas para evitar el dolor y las prohibiciones sobre cosas que son necesarias si no se prohibieran. Una persona debe de ser demasiado inteligente para tomar el tacto a cosas que tan sólo se experimentan cuando se pasan y nada más. En estos momentos, calibrar y valorar todo aquello que debe de ser prohibido me resultaría dificilísimo pero en estos tiempos con estas leyes, si todo se afina, se prohibiría el dolor en toda su extensión...

Madurar no es cuestión de aprender mas bién es cuestión de experimentar y eso le gusta a muchísima gente. El ser humano tiene una extensión infinita como persona en su pensar. Existe una cosa que se llama conciencia a la hora de rectificar y cuando digo rectificar, puede hacerlo por alguna cosa imperdonable ( conste que todos hacemos cosas imperdonables y hasta son desapercibidas )...La libertad no consiste en que Obama o Rajoy digan que vivimos en una sociedad libre cuando es todo lo contrario.

El secreto de vivir no se basa en calibrar leyes aunque reconozco que es harto difícil saber donde está el límite. Sin embargo defiendo cosas que están muy en boga pero según cual,  la sensibilidad de mucha gente, dirían que soy un animal sin sentimientos...Pero nada más lejos.

En plenos encierros de San Fermínes y reciente muerte de un torero, puedo decir que soy taurino. Cuando una persona se expone con su vida para calibrar su valor, me parece algo noble. La educación no es nada de almohadones para que caigas bién y el ser humano les garantizo que según la vida que lleva, además de sus aptitudes mentales, puede ser muchas cosas sin ser torero; y cosas mucho peores...

No soy quién para prohibir o aceptar. Prefiero que me escuchen y saquen sus conclusiones pero no olviden que el conocimiento del dolor no hace personas y hasta me atrevería a decir, que la persona lo busca por naturaleza y hasta sin ser torero, expone su vida quizá con más riesgo para otros seres vivos...




1 comentario:

Sara O. Durán dijo...

Muy buena reflexión. Cuántas cosas imperdonables hacemos y ni nos damos cuenta.
Me gusta el toreo, se necesita mucho valor para enfrentarse a un toro, es arte.
Me enteré del torero, una gran pena. El vídeo es muy hermoso.
Un abrazo.