lunes, 26 de septiembre de 2016

La abejas trabajan solas



Me levanto al amanecer dispuesto a lo que vendrá. Las calles de mi pueblo están desiertas menos el panadero o el barrendero que ahora madruga más que yo. Salgo por la carretera y justo en la misma curva, aparece mi pueblo con el sol asomando tímidamente por detrás con la sierra; dibujandose el perfil...

Llegar a Córdoba es como llegar a un enjambre de abejas donde yo me deslizo por sus aceras. Me dejo llevar por la fantasía de con quién me cruzo y muchas veces sonrío porque lo que pienso es algo surrealista. La colmena de las aceras la cantó Joaquin Sabina y hasta Cela en su Novela.

...y va pasando la mañana de aquí para allá trabajando como otra abeja más. Puedo recordar a personas con las que me cruzo todas las mañanas y no sé nada de ellas...Desayuno en panales de abejas con rostros conocidos y, todo son silencios de desconocidos que somos también conocidos sin romper la frontera de saludarnos. La ciudad bulle conforme va acercándose el medio día y mi trabajo es flexible para visitar una tienda de música ( ahora los CDs están baratos) y mi dependienta favorita me recomienda algún disco que ella también tiene. La gente me llama al móvil y yo atiendo mi negocio...

El día se desliza en soledad preguntándome si no seré un zángano en la colmena de Córdoba pues no tengo familia qué alimentar. Hora a hora llega el momento de partir de nuevo, siempre satisfecho de mi trabajo que me apasiona como de un vuelo para llevar el fruto de la flor donde me esperan más gente que atender para el día siguiente y un respiro con una caña de cerveza con un amigo ya conocido...

En la colmena de las aceras, como cada mañana los conocidos de vista nos cruzamos. Ya forman parte de mi y yo seguro que de ellos...La soledad de la abeja trabajadora es así sin más. Con un mundo que se arrastra en el vuelo de flor en flor pero, siempre en libertad...



7 comentarios:

lanochedemedianoche dijo...

Eso es lo que te hace feliz, bienvenido, creo que es lo mejor cuando lo reconoces.
Abrazo

jfbmurcia dijo...

La vida es un continuo viaje...Gracias, Buscador.

Amapola Azzul dijo...

Lo importante es que te sientas satisfecho con tu trabajo.

Un abrazo.

J@ckie dijo...

Que viva la Libertad! Disfrutala

Kasioles dijo...

Lograr esa libertad que describes, también tiene un precio. Cada persona disfruta de la vida a su manera.
Yo soy de las que siempre he preferido dedicar mi libertad en beneficio de los demás, seguramente nunca he sido libre, he tenido demasiadas responsabilidades.
Después de unas largas vacaciones, he regresado con vosotros, la verdad es que os echaba de menos.
Cariños y buena semana.
Kasioles

Sara O. Durán dijo...

Una gran novela la de Cela. Y tu relato también.
Un abrazo.

Meulen dijo...

Todo lo que se hace con amor
al final tiene su fruto
la mejor satisfacción
sin dudas es personal.