domingo, 10 de septiembre de 2017

Felicidad






Las personas estamos condenadas a perseguir sueños. Cada cual se los fabrica a su antojo como quién lanza una piedra al infinito y luego va a recogerla. Si hablo de la felicidad, ríos de lágrimas recorren mejillas buscándola y hasta matando por ella...Hay quién va caminando en la realidad con su mundo interior y teje una madeja de verdades y mentiras; madurando en su vida interior pues es manantial de felicidad. La felicidad ni se compra ni se vende pues es cosa de poner el corazon y el buén sentir. Nos asalta cuando menos lo esperamos con un agradable sentimiento, nos enseña la mirada sencilla de las cosas y cuando ya se acomodó en nuestro corazón, el día menos pensado llama a nuestra conciencia en un resumen de bonanzas; con la conciencia de saber, que somos felices.


2 comentarios:

Maru dijo...

Muy cierto, lo has descrito tal cual. La felicidad como la infelicidad está dentro de nosotros mismos, nosotros decidimos qué camino tomar...por lo menos así lo creo yo. Un abrazo.

jfbmurcia dijo...

Tan distintos que nos pensamos y tan iguales que somos. Saludos.