Inspiración

A veces la magia dura tan solo un instante...La razón me golpea a cada latido y a cada respirar profundizando donde no llegan las palabras. Retener la esencia de mi existir es como subirse a un tren que no espera a nadie. El silencio que me rodea es mi corazón en la mirada. Los dedos se deslizan por el teclado y fabrican palabras que se afanan en traducir. A veces sonrío y otras lloro, me emociono cuando le digo adiós a un instante que se perderá en mi profundidad para no volver quizá nunca jamás.

La noche es fiel compañera de mis soledades. Con su silencio une el corazón con corazón y el tiempo pasa y pasa sin detenerse a la vez que los dedos de mi mano lo atrapan para hacerlo suyo...La magia de escribir tiene una adicción. Una persona pone su mejor hacer para otras miradas que se bañan en los reflejos de mi humilde corazón. Gratuitamente mis palabras enlazan con otras gentes formando una cadena mágica sin trampa ni cartón...y la noche no para en sus segundos frenéticos hasta que a las 7 de la mañana, uno despierta recordando lo que escribió y...la vida vuelve a empezar.