miércoles, 31 de julio de 2019

Encararse con algo que sobra






 Ella dormía. A veces el sueño le daba respuestas susurrándole verdades que una vez despierta le hacían pensar y mucho. Los dias unos buenos y otros malos consistían en superar el bache que muchas veces, no existía...Pero ahora dormía y podía jugar con problemas en su mente que les daba solución. La vida se le presentaba en toda su realidad por medio de un sueño. ¡Cuantas veces lo intentó! ¡Cuantas fracasó cuando ahora por medio de un sueño, la solución se hacía en un suspiro!

Pasó la mañana bañada en la memoria que le hizo despertar y aquella solución era tan segura y tan verdad, que quiso volver a dormir pero esta vez, tan solo durmió. Aquello le hizo nuevamente divagar sobre los sueños que solucionan la realidad; al menos se sentía capaz de soluciones reales...

Cada noche dormía con la esperanza de otra luz pero la luz no llegaba. Aquel sueño le sacó de muchas vueltas sin solución y sentía ser capaz de tomar el mando de su vida con la facilidad de aquel sueño...¿pero cómo?

En un atardecer, cuando el sol era una naranja sin exprimir, su valor aumentó y se encaró con su razón con la humildad de la lucha. Algo floreció desde lo más recóndito y profundo de su corazón; con fuerzas y buén sentir, una seguridad ahuyentó miedos y preocupaciones...voló como una paloma en el cielo rojo pues en su fuero interno, luchó y venció al menos a los fantasmas que se hacían nada miserablemente; como si la posesión de un ser extraño fuera exorcizado y echado fácilmente...



6 comentarios:

Amapola Azzul dijo...

Qué alegría de relato.

Besos.

Recomenzar dijo...

Vengo a agradecerte todo lo que nos das con tus palabras maravillosas de la magia de un escritor
Abrazos inmensos desde Miami

Sandra Figueroa dijo...

Bonito texto amigo Buscador. Dicen que los sueños aveces dan respuestas a nuestras preguntas.... quizá solo aveces. Gracias por estar siempre con tus bellas letras en mi rincón de tristezas. La canción de Silvio, preciosa. Saludos.

Albada Dos dijo...

La almohada como mejor consejera, qué vedad. Por las mujeres que sueñan con la libertada y cuyo despertar son las alas abiertas.

Precioso post. Un abrazo grande

Manuela Fernández dijo...

Toda una metáfora sobre los miedos y realidades de la vida.

Meulen dijo...

Toda persona puede lograr el milagro de redescubrir la esencia de la su propia existencia...aunque complejo es ganarle la batalla a la mente cuando te agobia con sus falsas explicaciones...