lunes, 11 de noviembre de 2019

Lecciones de hospital




No podía dormir. Estaba pendiente del gotero o de si mi padre me reclamaba para algo. El hombre de al lado era veterano en ingresos y estaba tan malo como mi papá. La madrugada se acercaba y los ruidos de las habitaciones se quedaron en silencio. Me pregunto que piensa ahora mi padre cuando el final de todo esto se complica más y más...Mis oraciones desembocan en la aceptación de la muerte pero él sigue estando conciente; pendiente de comentarios, del médico, del pasillo del hospital de donde por la noche la gente se muere y la familia llora.

No puedo dormir en este sillón ni tampoco evitar pensar qué sucederá con la última analítica si los marcadores se disparan. La paciencia de mi padre me conmueve. Cierro la puerta pero es imposible dormir. El señor que comparte la habitación necesita asistencia continua. Su hijo le tiene la mano cogida porque de esa manera su padre está todavía en la realidad del amor. Mi padre mira al techo con mirada que se pasea pensando un no sé qué y los silencios se suceden cuando ya las palabras sobran...

Hace dos días que lo llevé al hospital y salió llorando de mi casa; casi resignado a dejarla y veo la mirada de mi hermano preocupado y mi madre disponiendo la maleta con los más imprescindible: el está ya amarillo.

Se escucha el oxígeno, las toses con flema o las visagras de las puertas cuando todo está en silencio. Ya son las cinco de la mañana. Parece que la gente se muere más de noche que de día y mi padre y yo no decimos nada; un suspense maldito para que nos coja el número siguiente de la lista.

Llega la mañana. Llega mi madre que viene de la casa de mi hermana sin descansar y le da un beso. Le trata con cariño y me dice que ya me puedo ir a descansar. Pero mi padre se queda casi resignado a otro día y otra noche; esperando a ver que dice la última analítica como última esperanza...Todos los hermanos nos turnamos durante el día pero las mujeres se quedan por las noches menos esta última que la pasé yo. Las mujeres tienen la virtud de cuidar mejor y estar atentas hasta para dar un beso.

Salgo del hospital sucio respirando el aire fresco de la mañana. Necesito una ducha y despejarme. Me tomo un café en la cafetería de al lado cuando mi hermana me llama al móvil y está llorando: Mi padre acaba de fallecer...




7 comentarios:

Campirela_ dijo...

Amigo que buena narración nos has dejado de algo que por desgracias creo que todos hemos pasado por ello , esas noches interminables de hospital , del silencio a ratos y ruidos con llantos y quejidos la mayoría ..Un tema que da para mucho y tu nos has dejado un excelente relato ..Un abrazo y muy feliz noche.

dijo...

Amiguco,el "relato"es una realidad total de cómo son esos momentos
La incertidumbre,los silencios,que gritan como lobos,los miedos,la noche,los análisis...
Tengo mis recuerdo,como tienes tú,como tienen tantos!!
Es casi indescriptible,aunque tú lo has hecho muy dulcemente
Besucos y mi mano

Albada Dos dijo...

Te acabo de leer como comentario de mi "pasillos de hospital". Emotivo tu post. Muy veraz de los sonidos y esperanzas que se respiran de noche.

Un abrazo y por un feliz día

Mari Carmen dijo...



¡Magnifico!

Un abrazo.

Susana dijo...

Me trae muchos recuerdos. Un beso

Flor dijo...

Hola Buscador , un relato muy real ... Si te soy sincera , yo jamás que yo recuerde , sentí lastima y un poco de miedo , hasta que me paso estando en el hospital en febrero del año pasado cuando me hicieron el trasplante de pulmón , el vecino de habitación después de estar trasplantado y paseando por el pasillo , y que alguna que otra vez nos encontramos en el pasillo a la semana de estar allí , falleció a la hora de la comida , y su mujer lloro y grito desconsoladamente , yo estaba aterrada , ya que no se veía mal ya que todo salio bien en el trasplante , te deseo una feliz noche besos de flor.
https://forecillaysubaul.blogspot.com/

Sandra Figueroa dijo...

Triste final para este emotivo relato amigo Buscador. Creo que todos hemos pasado alguna vez por algo similar.......Para mi fue horrible ver a mi padre agonizar. Saludos.