jueves, 6 de febrero de 2020

First Dates -- Crucero







Parecían dos enamorados lanzando serpentinas por la borda. Todo anunciaba un buén crucero pero su marido diez minutos mas tarde, se sintió indispuesto. Un joven corpulento se ofreció para llevar al marido al camarote y ella lo agradeció. Lo tumbaron en la cama y el joven que se llamaba John, la invitó a subir para tomar un refrigerio. Se miraron a los ojos con un cosquilleo de mariposas que parecían aletargadas y subieron al Bar...

Pasadas dos horas podría decirse que se conocían de toda la vida. El era soltero y ella según la disposición de su marido, una mujer libre. El Bar ya cerraba y la invitó a su habitación. Tenía el mejor wishkey de Teenessee...

Hicieron el amor a la luz de la Luna que asomaba por la ventanilla y se despidieron quizá hasta siempre en un crucero de espacio limitado.

Llegó el desayuno y su marido parecía más repuesto pero nada mas subir a borda, el mareo continuó quizá peor que antes. John se mostró solícito para ayudar de nuevo ya que pasaba por allí "casualmente" y lo llevaron al camarote.

La mañana era un hervidero de gente y ella y john tuvieron otro desliz amoroso; esta vez donde nadie los vería entrar: en un pequeño cuarto de fregonas solitario...y se volvieron a despedir por segunda vez y para siempre...

Llegó la hora del almuerzo y Ramón (que así se llamaba el marido)le pidió perdón a su mujer por el crucero que le estaba dando y ella lo calmó con un beso. Fueron a almorzar siendo su natural volver a los mareos cuando John apareció de la nada siempre solícito...En esta ocasión el corazón de ella y el de él reclamaban más que nunca atención. Hacía un rato que se habían visto en el cuarto de fregoras y ahora lo hacían en un cuarto cobertizo cerca de la sala de máquinas...

Llegó la noche con una cena de orquesta de jazz relajante y baile. El médico le recetó varias biodramínas pero fué imposible; las biodraminas salieron disparadas por la borda. John apareció con cara de preocupación y como siempre lo condujo al camarote...Esa noche ella y john cenaron como dos personas que se conocian hacía un momento y terminada la cena, salieron a ver fuegos artificiales programados para esa noche...No faltaron ni colores en el cielo ni estrella fugaces pues en el rincón más apartado de la gente, ella y john volvían a hacer el amor...

El crucero duró ocho días con siete noches. No había rincón en el crucero por investigar ni elogios por parte de su marido por hacer la hermosa labor de ayudarlo cada vez que se mareaba; le tenía en gran estima a ese caballero que tan bién se portaba.

El crucero arribó en Palma de Mallorca. Su marido dijo que según se encontraba mejor invitara a tan caballero a acompañarla por la ciudad; al fin y al cabo debían de tener una atención a sus indisposiciones.

El crucero partió a las cinco de la tarde. Los dos se quedaron en puerto y su marido esperaba el regreso de una esposa que nunca jamás llegó. Ahora, pasados unos minutos busca a su mujer por proa dando tambaleones...




1 comentario:

Albada Dos dijo...

Me encantó. Manejas muy bien tiempos y personajes. Ramon quedará esperando a quien ha tomado una decisión, parece sin marcha atrás. Está por ver si el paso dado por ella merece el nombre de buen a historia de amor. :-)

Un abrazo y feliz finde