jueves, 13 de febrero de 2020

El mundo en un bus







Me divorcié porque mi mujer no soportaba más esta forma de vivir y claro, por este trabajo bién remurerado pero, asfixiante...De esa forma vivo solo desde hace 20 años. Mi casa está limpia por una mujer que sólo la veo para pagarle, no debo nada a nadie y no sé por qué, sigo en el mismo trabajo; un trabajo donde veo el amanecer y la caida del sol y durante todo ese tiempo, la luz de mi flexo.

La soledad y el silencio a veces son como una droga estimulante donde te habituas en tu mundo interior para no cambiar. Mi trabajo de oficina requiere mucha atención para salvar cualquier error y creo que en todo lo que llevo, los documentos que manejo están perfectos. Soy muy meticuloso en el detalle de todo lo que vivo y en especial, en el bus que me lleva al trabajo y me trae a casa.

Mi recorrido es largo. Podría irme en taxi pero me gusta la cercanía de la gente en lo que es un día cualquiera. En este bus casi siempre estamos los mismos a primera hora de la mañana y por la ventanilla me sé de memoria cada establecimiento, bar o lugar que se abre o de vez en cuando observar cada persona en una parada que busca otro número y otro destino. Las personas que viajan conmigo al amanecer parecen que son gentes sombrías para incorporarse  al trabajo; como ausentes a los que les molesta todo...y a veces hay una chica que coge esta linea los lunes, miércoles y viernes. Cuando la conocí podría tener 20 años y ahora después de 20 años, 40. Le agradezco los buenos días después de tanto tiempo viajando juntos. Al poco de conocerla se quedó embarazada y durante todos estos años, gracias a ella sé cómo va la moda del vestir y hasta los peinados. 20 años dan mucho de sí. Esta chica tuvo una época depresiva, otra feliz y otra a la que yo interpreto madura y mas centrada...

Echo de menos a personas mayores a las que cedía el asiento, a establecimientos que por la crisis cerraron y a tanta gente que nunca la escuché hablar pero que me conquistaron en su forma de ser por ser gentes sencillas.

La vuelta a casa ya es de noche. Mas de una vez me hubiera gustado entrar a aquel bar para emborracharme en una noche loca y invitar a cualquiera pero,  soy una persona introvertida. A veces coincidimos esa chica joven que ya no es tan joven para llenarme el corazón con un simple saludo o, le pregunto a alguien por aquella persona mayor que se subía a las 8 de la tarde acompañándola y me dice que murió.

Bajo del bus con el sol despedido en tintes rojos y entro en el silencio de mi casa. La televisión me habla de novedades y para sentir algo estimulante, me doy una ducha. Clotilde me dice que se pasará el domingo para cobrar y que la comida que me hizo está riquísima...

A las doce cierro los ojos y a las 6:45, me espera el Bus urbano de Madrid.




8 comentarios:

Susana dijo...

Bonito relato cotidiano. Un beso

© Lucía Conde Parmés dijo...

Si eres feliz así, me alegro.
Imagino que al menos los fines de semana haces vida social o familiar...

Mil besos.

Tracy dijo...

La cotidianeidad también tiene su encanto y tú se lo has sabido sacar.

Campirela_ dijo...

Un texto donde nos dice como el día a día puede tener cosas que a veces son interesantes.
Un abrazo.

Meulen dijo...

Lo cotidiano que se relata, tiene ese tinte de lo que hemos elegido por vivir y es lo que importa

Sandra Figueroa dijo...

Recorrido cotidiano que aveces nos deja sensaciones extrañas, como lo es el saber que algún pasajero conocido ya no volverá a subir al bus..... Bonito relato amigo Buscador. Saludos.

Albada Dos dijo...

Muy bonito post. De hecho es una historia que podría ser muy extendida. Un relato de soledad pero de esperanza.

Un abrazo

dijo...

Qué entrañable esa profesión donde se conoce a la gente de cada día.Cada uno con su mochila a cuestas y el conductor,escuchando o mirando los semblantes de los que suben al bus.
Algunos ya se "bajaron"para siempre,otros peinan canas y... el conductor sigue con su trabajo y mira el semblante de la gente que sube ,les escucha ,ve a una joven que y no lo es tanto...!
Precioso,amiguco.Es toda una vida lo que has plasmado desde ese autobús
Gracias por los comentarios qe estos dias me has dejado
Sólo tú puedes hacerlos así,como Buscador, con ese cariño y ternura que pones en todo
Besucos