Un niño que quería ser mayor, ese era yo. Inocente en su mundo interior donde todo era creible. Enamorado a los 6 años de una niña que me enseñó las horas del reloj y con un futuro que me esperaba a la vuelta de la esquina...De cada época puede que guarde muchas mentiras con sus verdades pues me ayudaban a vivir sin descubrir nada; un mundo interior de fantasías e imaginación con sueños simples que no se por qué aún viven en mi memoria.
Llega la pubertad de los años 80. Imborrables y llenos de música con una filosofía de vida que se compartía entre la juventud. Plagado de vivencias y amargado en una jungla como cualquier chico en esa época de su vida...y con 16, vuelta a estar enamorado sin declarme padeciendo de mal de amores. Mis amigos eran los chicos de mi calle y los días eran todo un mundo por descubrir. De la escuela al instituto con un verano lleno de asignaturas pendientes que me estudiaba entre piscina y clases particulares. Al llegar septiembre, notas brillantes.
Terminado el instituto, el servicio militar me esperaba...un,dos,un dos, papas y arroz. Un cambio radical surgió en mi vida. Miles de lunas, soles, estaciones y cataclismos me pasaron durante muchos años. Una lucha por mi vida para un chico que lo único que quería era pasarlo bién y echarse su novia como todo el mundo pero, nanai de la china. Pasaban los años ausentes y trabajando sin vacaciones. Aprendiendo de la vida según me llegaba en un precipicio que no se andaba con juegos pero sí con juegos malabares para seguir viviendo...soñando con ser feliz; reclamando mis sueños de toda una niñez y juventud...de aquel tiempo que fué mi mentira y mi verdad.
Con la madurez cumplida, tengo mi casa en propiedad y ninguna deuda. Me compro lo que me da la gana, me encanta mi trabajo y soy feliz desde hace tiempo. Mañana 27 de julio cumplo 49 tacos. Me emociono y lloro todavía con facilidad por ser una persona sensible y ya no tengo pudor en manifestar mis sentimientos. Aquellos sueños de niñez se van cumpliendo poco a poco y me voy llenando de vida con las cosas más simples. Jamás podría pensar que despues de tanto trabajo y tanto padecimiento recibiera de mi mismo todo lo que poseo por ser fruto de mi esfuerzo...
Nací un sábado al amanecer, justo a la hora que me toca levantarme para ir a mi trabajo. Practicamente no espero nada de nadie. Hace mucho tiempo que no siento la soledad y tampoco me aburro. Tengo a mi gata Sole, mi música, mis escritos, mis amigos y mi trabajo. Ojalá que este año que estreno en julio sea el mismo del anterior y entonces, pase lo que pase, seguiré a vuestro lado porque mis compañeros de blog también forman parte de este mi mundo interior...
Todo camino por muy complicado que sea termina en una razón y esa razón, es simple...
Nada más
Feliz cumpleaños Buscador