Pobre de aquel que no escucha a su corazón por no recibir al amor. Jamás lo pudo indentificar en su soledad y pasaba la gente por las calles cogidos del brazo y besos en los labios...Pobre de ese soñador que no encuentra a su media naranja por estar pedido escuchando las maravillas del amor en otras bocas. Si pasaban los años en un pueblo envuelto en sueños de versos y no conocía el amor...Pobre del el, pobre de mí...
Nunca es tarde para poder escuchar el corazón...
ResponderEliminarMuy profundo y bonito lo que escribes.
Muchos besos.
Pero en tí sí hay amor.
ResponderEliminarBesos.
Que el amor siga vivo
ResponderEliminarestá en cada quien latiendo.