Todo, absolutamente todo lo que circula por nuestra cabeza además de ser quienes somos, lo provocamos nosotros mismos. De ahí los gustos tan dispares, la belleza de las cosas, nuestra forma de ser, simpatizar con alguien...absolutamente de todo, nosotros somos los artífices de lo que sucede en nuestro interior. Si me gusta o si no, si lo admito o no, si tengo razón o no, si dudo, si acierto, si te quiero, se te odio...De todo eso nadie tiene la culpa sino nosotros mismos.
Alcanzar la verdad, es tener una seguridad mientras todo fluye alrededor. Debemos de tener atino y ser conscientes de algo tan simple como que nosostros nos inventamos. Nadie tiene la culpa salvo la verdad.
Es cierto, cada uno somos el "arquitecto de su poema", al cual vamos dando forma cada día.
ResponderEliminarUn saludo.
Has dicho algo que deberíamos analizar mucho más, cuando algo malo nos ocurre siempre echamos la culpa a alguien sea cosa o persona y que poco nos ponemos a reparar que nosotros tenemos esa responsabilidad ...Me gusta lo que dice el amigo Rafael , somos el arquitectos de su poema ..cada uno del suyo ..Un abrazo y feliz lunes.
ResponderEliminarNuestra mente que hace un ruído que ni te cuento.
ResponderEliminarAsí es nosotros somos artífices de lo que ocurre en nuestra vida.
ResponderEliminarMuy buena reflexión como siempre las haces.
Besos inmensos al corazón y que tengas un feliz martes.
También uno tiene que fluir, o solamente lo de alrededor.
ResponderEliminarBesos.
Es una responsabilidad,culpa,no!!Pero somos seres cambiantes e imperfectos,en ocasiones.Lo mejor es poder llegar a esa verdad con manos limpias y blancas
ResponderEliminarMuy pensado,amiguco!!
Besucos
Gó
Estoy de acuerdo, de ahí el pensamiento libre.
ResponderEliminarUn beso
Buena reflexión, cada uno es dueño de su camino, y su felicidad. Un abrazo
ResponderEliminarOpino lo mismo, somos el arquitecto de nuestro destino...... Saludos amigo Buscador.
ResponderEliminarSoy de tu opinión. Este tema de Sabina, en el fondo nos dice que no mentimos, hasta en el solitario.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día, con la certeza de que el espejo nos recuerda quienes somos.
Jamás me quejo de la vida que me hago= La tejo a sorbos en mi jardin encantado=
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