lunes, 17 de noviembre de 2025

Algo patético

 

 

Vivo solo. Cada amanecer mi despertador me saca del sueño con la canción de la Lambada y de esa manera, todos mis despertares se vuelven patéticos. Mi hija tiene 6 añitos. Me regaló el despertador con sus ahorros y eso me llenó el corazón prometiéndole que ese despertador será para siempre...el mío. Tengo una radio estropeada y solo sintoniza una emisora de fenómenos paranormales. Todas las noches tengo pesadillas porque sueño con fantasmas, extraterrestres, viajes astrales etc etc hasta que suena el despertador con la Lambada de nuevo y yo, me quiero morir. Así día tras día creo que me están lavando el cerebro a cada despertar. No puedo dormir si la radio está desconectada; necesito una compañía en mi soledad pues hace mas de un año que me divorcié.
 

Mi trabajo es muy simple. Todo consiste en montar mesas de cocina con dos compañeros que no paran de hablar de la jubilación y de lo poco que le pagan; de lo difícil que es encontrar un trabajo a su edad, y vuelta y vuelta a la jubilación, lo poco que le pagan, de lo difícil que es encontrar un trabajo para volver una y otra vez a lo mismo mientras mi mente va a estallar porque sus voces se meten en mi cabeza a golpes de martillo psicológico.
 

No tengo dinero. Almuerzo lo mas barato que hay en la cocina de la empresa y un amigo se ha muerto por comer algo mas barato que yo...Regreso a mi casa desierta, a mis sábanas sin lavar porque no tengo dinero para comprarme una lavadora y me acuesto con mi radio estropeada que me come la moral cuando sueño con fenómenos paranormales porque necesito una compañía para coger el sueño y esta noche sueño con el holocausto Nazi donde como peor que en la empresa y me acuesto sobre unas tablas con un purgante para desinfectarlas. Llega el amanecer sudando a chorros y , suena la Lambada de nuevo: Me quiero morir.
 

Llego a mi empresa. Mis compañeros de trabajo hablan de su jubilación, de la paga, de lo difícil que es encontrar otro trabajo mientras siento que mi cabeza que a explotar. Almuerzo lo mismo y recuerdo a mi compañero fallecido con su silla vacía que ahora la ocupa uno nuevo; uno que no sabe lo que le espera. Llego a mi casa. Sueño con profanaciones en cementerios y despierto sudando con la canción de la Lambada...Abro los ojos y todo lo que he contado pertenece a un sueño donde mi mujer me propone que nos divorciemos porque últimamente no tenemos contacto desde que mi hija me hizo el regalo del despertador donde se escucha la Lambada...

 

 

4 comentarios:

  1. ¡Verdaderamente, es caótico ese despertar y sobre todo esos compañeros deprimentes, con los primeros ahorros , recomendación, " cómprate una radio nueva!" jaja.
    Un abrazo.

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  2. Hola compañero. Al leer el relato, casi siento que estoy contemplando una travesía onírica desquiciada, un vaivén entre la vigilia y la pesadilla donde cada detalle cotidiano se vuelve grotescamente simbólico. El despertador, se transforma en un tótem melodramático, una especie de maldición rítmica que marca los amaneceres con una Lambada casi espectral.

    La radio averiada, con su sinfonía de sucesos paranormales, funciona como una compañía aberrante que alimenta fantasías truculentas. Su trabajo, anodino y repetitivo, se convierte en un carrusel agobiante donde las quejas de sus compañeros suenan como letanías de un ritual sin fin.

    Sus rutinas deslucidas se mezclan hasta crear una realidad desfigurada, un tapiz de angustia que desemboca en un epílogo desconcertante: descubrir que todo era un sueño que revela, en el fondo, otra fractura aún más honda.
    Un abrazo y gracias de corazón por tus palabras de ánimo.
    Que tengas un buen fin de semana

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