Las puertas de la inspiración pueden llevar al que escribe a unos momentos que por ser sublimes, arañan aquello tan profundo y emotivo que se sintió una vez. Sus palabras pueden ser asequibles de comprender y su mensaje cala en cualquier corazón.
Hoy he vuelto a eschuchar un disco que tenía olvidado en un rincón de mi estantería y de mi memoria. Recuerdo perfectamente aquello que sentí la primera vez que lo escuché; fué la nostalgia del pasado, de una niñez que se impresionaba guardando recuerdos que jamás se olvidarán. Es muy frecuente recordar durante el día cosas pasadas pues nuestro pensamiento es una veleta que apunta lo más certero; aquello que nunca se olvidó y que en el momento más inesperado, puede que solo saque la punta de un iceberg de sentimientos. Pues sí, hoy estoy melancólico... Ese niño que yo fuí no me deja tranquilo y lo peor es que de mayor también se las trae. Con la experiencia he aprendido a sobrellevar algunas cosas que nos pasan en la vida y aún así, aquello que queda grabado solo lo puede quitar el alzheimer.
Mi amigo Ángel me dice que la imaginación de los niños es un alucine en su mundo infantil y que la mía no tiene menos precio. Es verdad. Por mi pensamiento pasan los cuentos inventados que mi hermano Miguel Angel devoraba en sus ojos semicerrados como una película que se inventaba antes de dormir. Recuerdo que le narraba historias al compas de su disco favorito ( The big blue de Eric Serra). Las imágenes se sucedían una detras de otra con ojos de Steven Spielberg. A mi me hacía gracia la expresión de sus parapados semicerrados pues mi hermano que era tan inocente se lo creía todo.
Con fecuencia he deseado volver a ser aquel chiquillo de la calle Pedro Gomez que vivía las cosas de una manera... ¡¡ TAN ESPECIAL!!. Volver a ese mundo que hoy me devolvió este disco de jazz, me hace recordar a mi tio Andrés cuando refirió su también canción nostálgica; esa canción es "Los Campanilleros de La niña de La Puebla" y de sus palabras afloraron esa vida interior que lleva dentro.
Tengo estanterías llenas de CDs y la música de mi vida apenas ocupa unos 10 discos. Pienso que la vida es una cadena de sentimientos que muchas veces unen o separan a las personas. Encontrar a alguien que piense como tú y que comparta lo vivido es la mejor de las suertes pero... asesinar los recuerdos y mucho peor los sentimientos, es algo que no tiene perdon del cielo. Aún sigo pensando que hace falta una revolución de silencio...aquella que solo da el pensamiento.
...A mi hermano Miguel Angel.
Muy cierto, a el mundo le hace falta pararse a reflexionar, la grandeza de la vida se encuentra en pequeños momentos que a veces encontramos de casualidad y nos sacan al niño que llevamos dentro y nos regalan la felicidad de volver a vivir ese momento, simplemente, mágico.
ResponderEliminarPrimo, me acorde de ti el viernes pasado. Comida japonesa y sesion de jazz en el que dicen es el mejor club de la zona de la Bahia de San Francisco, el Yoshis. Charlie Hidden quartet hicieron las delicias de los que alli estuvimos. Today I am a man, Lonely woman... No se mucho de jazz, pero como bien dices la musica trae recuerdos y ese dia me acorde mucho de ti.
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