Te he dado
todo lo mío.
Puse a tus pies
mi ofrenda y
lloré tus lagrimas.
Besé tus besos e
intenté curar
tus heridas.
Me calaste hondo
con tus sueños mas
todo era música...
Me pregunto si
alguna vez fuiste tú
cuando sepas que yo,
siempre en todo,
era yo...
¿Sientes un vacío?
Yo solo tengo
la plenitud
de ser siempre yo.
No hay que dar siempre todo, hay que quedarse con algo para uno mismo.
ResponderEliminarNamyra
De donde sacas tanto?
ResponderEliminarUn saludo.