Hace unos días que veo por estas calles pasear un perro abandonado. Me mira con cara derrotada y si le haces un poco de caso, se te acerca. Camina pegado a la acera con mirada asustadiza y cojea de un pié. Observar esa mirada desolada me hace pensar en la miseria de mucha gente que vive en la pobreza más absoluta.
Desde que vivo en este pueblo jamás pude pensar en poder ver gente buscando por los contenedores de basura incluso, alguien de este pueblo que se pasea por las calles como un auténtico mendigo...sin nada. Cada día la gente se aisla más y más cuando recuerdo que hasta los vecinos dejaban la puerta de su casa abierta mientras compraban en la tienda de ultramarinos. El mundo comienza ahora detrás de cada portal cerrado y como canta Sabina: "Niegan lo que esconden".
Esta noche pienso en un millón de injusticias tan frías como la noche. De problemas sin solución y de personas que con darles un poco de calor les salvas la vida. Desde hace un tiempo he pensado con apadrinar un niño pero he de reconocer que para hacer un acto de caridad no hay que salir de este pueblo. Sentirse cercano a la gente nos honra y cuando se ayuda, mucho más. A veces queremos solucionar nuestros problemas sólo con pensar y estamos equivocados. Ponernos en acción para demostrar con hechos lo que somos, es como dar a nuestra personalidad un alimento para decir ser quienes somos.
Cada vez estoy más convencido de vivir en la sencillez de las cosas y del alma; tomar lo que es justo y no atiborrarse de cosas innecesarias. El secreto de vivir no está en aspirar en tener cada vez más cosas en progresión geométrica sino en disfrutar de la vida tomando lo necesario.
He pasado casi toda la tarde recordando la mirada de ese perro y la vida que debe de llevar mi paisano vagabundo; de tanta gente que por mala suerte les ha tocado vivir en la miseria y de tanta miseria que en ocasiones vemos en cosas de nuestra propia vida...
Dicen que lo mas sencillo se aprecia mas y es mas bello...
ResponderEliminarPero si, cada dia tenemos y queremos mas (exceptuando esta esta dura etapa de crisis).
Jamas dejes de mirar a los ojos, auque sea a ese perro ... es donde mas sinceriad hay.
Besitos vecino.
Este artículo es conmovedor. Tengo perro y conozco esos ojos. Me mira así cuando voy a salir a la calle y no hago ademán de que me acompañe.
ResponderEliminarPor desgracia la miseria humana también la veo a diario y me parte el corazón. Cuán cercano me siento a los pensamientos que expones y a la acción que propones.