lunes, 16 de agosto de 2010

Belleza

Di un paseo por tu piel con un pétalo de rosa.
Rocé tu cuello y el oído...
Las mejillas se volvieron tan rojas como tus labios.
Bajé por tus brazos y...
el vello lo tenías de punta.
Subí hasta tus pechos acariciando las areloas...
me deslicé por tu vientre y
llegué al monte de Venus.
Cerraste los parpados cuando por
esos labios me pediste un beso y...
en aquella habitación,
por donde nos deslizamos en medio del deseo, gemidos y caricias,
entraba abril por tu ventana...

Para tí desde el recuerdo...

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