sábado, 2 de julio de 2011

Aquello que pudo ser y no fue

En más de una ocasión he perdido momentos irrecuperables. El corazón quiere expresarse o también puede que quiera saber de algo en concreto pero esa fugacidad, se pierde pasado otro momento en las profundidades; allí donde no hay memoria...
El fondo de mi corazón es la oscuridad de mi silencio y también la sabiduría. Alcanzarlo como quien trata de amarrar la verdad, sería parecido a descifrar y abrirse caminos a lo que de verdad somos en forma sólida. La aventura del pensamiento me apasiona por necesidad y no por placer pues, mi tendencia en esta vida es no hacer absolutamente NADA. El hambre de buscar aquello que me de una estabilidad me da la vida por no abandonarme sin hacer nada...
Mi pensamiento es una noche de estrellas fugaces. Las ideas brillan cuando menos lo espero y de muchas solo queda un rastro de lo sucedido. Sentir la magia de todo aquello que me rodea y abrazar la fugacidad de las ideas es invitación al sueño cuando estas se pierden.... de todo lo irrecuperable abarca el mundo de los sueños porque de ellos, también se vive.

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