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Descubrirte en lo desprevenido fue lo más maravilloso...Te sacabas un moco de la naríz cuando estabas a solas, disilumadamente te tirabas del pantalón para despegarte las bragas del culo, apartabas la cara de la gente en un ademán de eruptar silenciosamente, comías con la prudencia más educada dejando disimuladamente los huesos de las aceitunas que te comías, te ponías la mano en la boca cuando reías por no ver esa masa que masticabas, tenías la educación de sonreir con los chistes malos de un "malafollá" y te sentías incómoda...muy incómoda porque esa no eras tú. Desde mucho antes te descubrí por ver esa mirada llana que no tenía interpretación ni actriz...tan sólo, eras tú.
Lo más maravilloso,
una primera mirada
Cuando el alma está desnuda...
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