Esta poesía cantada por Paco Ibáñez, me devuelve de inmediato a la época donde la escuché y sobre todo, a ese mi sentimiento que aun guardo en mi memoria...
Siempre se me repetía: " me queda la palabra....me queda la palabra". Es tanto el dolor y los desengaños de la vida, tanto todo aquello en lo que creí verdadero y resultó ser tan vano, que mi palabra se hace más sólida por haber vivido y mamado de la nada.
De un golpe de corazón, cala en mis huesos " me queda la palabra". Mantener esta promesa o este juramento, nunca se debe de traicionar porque de la misma manera que no cumplimos con nuestro prójimo, nos traicionamos con nosotros mismos. He soñado insistentemente con recuperar lo más importante que perdí en esta vida. También he llorado en la miseria que me tocó vivir en su momento por estar ¡ tan perdido!.
Por fortuna en esta felicidad moderada de mi vida, mi corazón da un empujón a la verdad como resultado de la búsqueda y el encuentro de un buscador innato.
Muchísima gente vive en su marioneta la historia que trata de vivir su vida y donde muy probablemente, no hay nada. Es tan amargosa muchas veces la verdad, que ahoga nuestra existencia por estar perdidos en un mundo de sueños pero, no olvidemos que todos esos sueños, siempre nos ayudaron a vivir de alguna manera...
Dedicado a Andrés
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