Poco a poco, el camino oscuro andado se hace agradable. La soledad de mi mundo interior, se llena de luz por hallar poco a poco esa verdad que tanto me atrae. Las espinas de mi camino ya no me dan miedo pues mi pensamiento, se curte a cada paso lento y seguro. La sed, el hambre, la necesidad, la enfermedad del alma...todo se simplifica en cosas simples. Mi amor por la verdad, ensancha múltiples caminos que me llevan al mismo centro por donde empieza la infinita respuesta a mi pesar.
El placer de haber cumplido con mi destino, aumenta mi seguridad en los valores que poseo. Jamás traicionaré la verdad de mi dignidad como persona y poco a poco, la humildad y la honradez del día a día, me dan fuerzas para creer aun más en mí...
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