martes, 26 de febrero de 2013
Un trocito de cielo
Tengo muchos sitios favoritos olvidados hasta que por alguna causa, vuelven a nacer. A veces,cuando mis pasos me acercan por esos lugares, siento lo mismo. Es curioso este corazón mío. La memoria me devuelve imágenes del pasado con un sentimiento especial. Voy caminando por la calle y no lo puedo evitar aunque solo sea de paso porque en un flash-back, vuelvo al pasado...
Es tanto mi ahinco por afianzar mi corazón al presente; vivirlo de esa forma tan agradable que me traen todos estos recuerdos intimísimos...
Pronto llega mi estación favorita y con ella momentos, muchos momentos donde cada día, se divide en miles de instantes. Me resulta difícil averiguar cual es mi sitio favorito así como cual es mi tema musical favorito. Quizás nunca lo sepa. Todo forma un conjunto de intimidades que en el peor de los casos se repiten tan solo una vez en la vida. Los poros de mi corazón se abren con mis sentidos y solo siento cosas agradables.
Esta noche la luna llena y el frío eran reconfortantes. Las estrellas favoritas estaban en su sitio y el aire era puro y claro. A pesar de los años, aquel rinconcito del cielo que tanto me gusta, seguía silencioso observándonos; vigilando nuestros pasos encontrados cuando la soledad no existe. Allá en el cielo, justo en aquellas estrellas que forman La Osa, mi vida desfila como si fuera un escaparate y Dios, siempre en todas partes...
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