Mi niña intenta dormir con sueños dulces. Esta cansada y le pesan los párpados...Quiere que le cante algo agradable al oído y la acune entre mis brazos. Mi niña ya está casi dormida. No hay lobo feroz ni brujas que la espanten, duendecillos malos o niños que la peguen. Esta es la noche más dulce de mi niña porque de mis brazos y mis palabras, cantan el corazón libre...y dentro de nada, cuando claree el sol por el este...volverá a cantar la alondra que dormida está ya. A la nana nanita nana...
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