Te estoy mal acostumbrando.
Lleno tu corazón con el mío y
te tengo miedo.
Me esfuerzo es ser mejor,
en camelar tu mundo interior y
te estoy mal acostumbrando.
Si te perdiera es como perderme
si me olvidaras,
de nada servirían mis esfuerzos porque,
con tanta poesía,
te estoy mal acostumbrando...
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