Hubo algún instante en que cambiamos el rumbo de nuestras vidas. A veces ocurre el caso en que decidimos desde nuestro corazón sin una razón previa de palabra. De un golpe, nuestra vida da un giro y todo lo que sucede es a raíz de esa decisión, determinará lo siguiente. Nuestro mundo interior jamás cesa porque estamos vivos por dentro y cuando esa profundidad es propicia para tener una claridad neta, la resolución se hace instantánea. Tener la suficiente claridad para decidir sobre nuestro futuro nos empuja imperativamente a descubrir la verdad. Tomar esa decisión y mantenerse firmes en ello, es como dar una solidez a nuestra vida...Creo en mi lucha de superación y todo tiene un precio. Alcanzar la claridad de esa luz interior merece la pena.
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