Hijo de la gran puta nuestro que estás en la tierra.
Maldito sea tu nombre.
No nos atraigas a tu reino en este reino ni en sueños.
Que tu voluntad no sea en el cielo así como en la tierra tampoco.
No robes nuestro pan de cada día.
Nunca perdonaras cosas que nosotros perdonamos con dolor.
Siempre caes en tentaciones rastreras y si pudieras....
Nunca nos libraras del mal porque así disfrutas.
Así es y siempre será.
Me ha impresionado esta oración que rezaríamos tanta, tantísima gente, porque los malos son pocos pero son muy canallas y nos estropean la vida a muchos.
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