martes, 29 de abril de 2014

Al sabio más sabio


Al sabio más sabio de todos los sabios, la sabiduría le cogió por sorpresa. Antes era un hombre común como cualquier hombre de entre todos los hombres. Tenía sus miedos, sus limitaciones, sus preocupaciones, sus desamores...Por su cabeza tan solo desfilaba lo que conocía de un mundo visto desde dentro y aprendido desde fuera. Ignoraba que su corazón lo conectaba con su alma y su alma con Dios.
Un día la ventana del saber se abrió. Donde tan solo había oscuridad, su corazón sin palabras hablaba de cosas que desconocía y se sorprendió. Todo fue como lanzar una piedra al infinito y perseguirla hasta alcanzarla. La ventana del saber estuvo abierta unos minutos, los suficientes para tener de sí, su conocimientos lleno de posibilidades. Estuvo soñando e imaginando de qué manera podría encontrar la llave que abriera tal poder. Le daba mil vueltas a la cabeza llena de dudas hasta que un día sin esperarlo, con la soledad y el silencio por testigos, puso su corazón en el más noble de los empeños. Alcanzó en esa intensidad mucho más allá de lo que podía imaginar y lo divino, se hizo de carne y hueso...


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