martes, 8 de abril de 2014

Ciencia ficción


Erase una vez un momento cargado de miles de sentimientos intensos. Era tan grande que superaba a los corazones; ni el amor era tan inmenso como el. Cegaba a las personas y a los animales con la velocidad del rayo y no se podía atrapar ni controlar porque sin remediarlo, ya había pasado. Conquistaba a las especies animales bajo sus hechizos maravillando los corazones y cegándolos para siempre...Hasta las almas difuntas preguntaban a Dios sobre su origen y Dios, no sabía que decir pues también se había embrujado como un mortal. En un momento, el momento arrasaba países enteros como la peor bomba atómica. Desde entonces, la gente enloquecía transformando su vida mucho más allá hasta después de la muerte. El mundo dejó de moverse y la gente de hablar porque su vida giraba en torno a aquella breve experiencia. Se olvidó el lenguaje y la escritura, nadie trabajaba y muchos morían de hambre porque su corazón tan solo giraba en la huella de lo inaudito. El mundo se paralizó para siempre. La gente dejó de vivir en sociedad y los niños dejaron de nacer. Aquel momento fue eterno hasta que la tierra quedó sola y asolada. Pasaron cientos de años y en la tierra tan solo quedaron las plantas. Ninguna especie animal sobrevivió. Pasaron miles de millones de años hasta que las plantas, comenzaron a hablar...



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