martes, 27 de mayo de 2014
Vivencias más que recuerdos
Le llamábamos melones y arreglaba sombrillas. Lo cabreábamos. A Servando le decíamos ¡¡Servando patas colgando!!. Era el peluquero de la calle con mujeres semidesnudas en almanaques para la ocasión. Isabelita "La fallá" por fin se casó y se fue de la calle. Adriana era muy enamoradiza y escuchábamos sus cartas de amores imposibles en Radio Atalaya, hasta que se quedó embarazada que aqui, decían las mujeres que le habían hecho una barriga. Rosilla pasaba por la puerta de mi casa con una piara de mulos y a veces de cabras que no paraban de peerse y de cagar. Yo me sacaba mi pito para orinar en medio de la calle y al sol; le decía a mi madre que era "La fuente gominosa". Hacíamos apedreos con los de la calle del Cerro yo yo quemaba las sillas de mi casa a escondidas en el cuarto de aseo. Mi primo me dijo que los niños vienen al mundo de juntar el pepe con el pito, se lo dije a mi madre y ami tia....se morían de risa...Mi primer día de escuela fue mortal para mi libertad y recuerdo que la pilicía municipal, me llamó para testificar sobre un robo que cometí con el tonto de la calle. Yo le comentaba al agente en intringulis del robo y mi madre lloraba,,,Recuerdo que había fotos de los criminales más buscados de España. Mi amigo Luis me enseñó a ordeñar sus vacas y hasta me llevó al casamiento de alguna con un toro...Por las noches mi madre le decía a mi padre que no se tirara esos pedos tan asquerosos porque la cama era suya y se la regalaron sus padres para el casamiento. Mi devertían los payasos de la tele los sabados, cuando mi madre me lavaba en un baño sin bañera ni ducha. Mi abuela estaba ciega por la diabetes y yo ponía la luz de una lampara en mi cara y le preguntaba si me vía, pero decía que había muy poca luz...
De aquello años ahora, mi calle se ha tranformado. Justo enfrente donde vivo, aun se mantiene tal cual la casa de mi amigo Luis. Guardo recuerdos de cada rincón...Me acuerdo de Vicente cuando se tragó un duro y a Mariana cuando la atropelló una moto y murió por un derrame. Recuero la muerte de mi abuela cuando al amanecer mi madre lloraba al entrar en mi casa...De todo y cada rincon de mi calle tengo un recuerdo.
Hace unos años, asfaltaron de nuevo mi calle. Yo sabía que se iban muchos recuerdos, y así fué. De aquella gente aun quedamos los originales para bién decir pero, todo ha cambiado. Guardo recuerdos entrañables que se encadenan unos de otros y que por ello, aun viven de alguna manera en mi familia y amigos, vecinos y gente que nos nos hablamos por cosas de la convivencia....
Es enriquecedora la vida cuando se guarda con el corazón y más, cuando esa vida, eres tú...
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