lunes, 3 de noviembre de 2014
La sin razón
La razón de hacer daño es algo que me llama tremendamente la atención. El autor ignora muchas veces sus motivos para hacerlo por no darles un calificativo a lo que siente o, quizás sí. Hay un abanico enorme de posibilidades y de hechos para herir a otra persona. Me llama la atención especialmente la crueldad que se tiene contra el inocente; contra el más débil que por un defecto o una virtud se descargan las iras...Esa sin razón de atacar al inocente clama al cielo y en este país, se da muy a menudo. ¿Por qué no se solucionan los problemas personales? Para descargarlos en otra persona, hace falte tener mala leche.
El odio, la amargura, la envidia, el deseo de riqueza, la manipulacion del inocente, la mala leche...¿cuantos motivos más para hacer daño? cuantos motivos tiene el que hace daño por tener su
alma en ruinas...
Cebarse en los demás es un simple artificio para no machacarse a uno mismo, la venda en cabeza ajena nos hace olvidar la que llevamos nosotros puesta en los ojos.
ResponderEliminarAbrazos, siempre