La muerte no es desasosiego
tampoco infelicidad.
Es el alma en plena expansión
y la respuesta a lo que se buscó.
La muerte es una prolongación
a todo lo divino...
Sentimos morir en las desgracias
sin saber que Dios existe.
Me da miedo el dolor
La muerte no...
Últimamente estoy acostumbrada a que los blogueros actualizamos una o dos veces a la semana y admiro tu capacidad para crear :)
ResponderEliminarTus poemas son hermosos, realistas, crudos, en una palabra no dejan indiferente.
De todas formas te contaré que cuando te dicen que tienes la muerte cerca ni te imaginas las sensaciones que llegas a vivir... Eres como un pájaro al que ponen por vez primera en una jaula: te das contra los barrotes una y otra vez, luego te conformas, y acudes a beber y al comedero de alpiste e incluso llegas a cantar.
Si, como bien dices, lo único que esperas es que la vida no te de más de lo que puedas soportar.
La sevillana del post anterior siempre me hace llorar, aunque nadie se muere del todo mientras alguien le recuerde.
Saludos
La muerte forma parte de la vida, es necesaria, es el descanso del cuerpo y del alma.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Buscador, bien agradezco sus comentarios.
ResponderEliminarEl poema EN LA NADA, se lo dediqué a un amigo que era ateo y a Dios le llamaba LA NADA, murió diciendo medio dormido que se iba a la Nada. En el fondo era creyente.
Le dejo uno de mis poemas.
MI MUERTE ENDECASÍLABOS
En esta hora tan muerta de mi vida
no espero ya otra cosa que la muerte,
la tristeza me embarga dolorida
que la siento ceñida ,me pervierte.
Mis ojos casi ciegos, son caída
en grávido vacío de tal suerte,
que sin poder levanto más cupida
mi esperanza latente y merecerte.
Silente estoy muriendo algo curtida
mi cuerpo desfallece y quiere verte,
entonces más me siento roca erguida
y llena de buen vino, yo ofenderte.
Te esperaré ¿lo sabes? renacida,
mi temido jinete, tú inerte…
en vida y en la muerte refulgida
ya que soy merecida de Dios fuerte.
Sor.Cecilia Codina Masachs
16-10-2012
Un abrazo
Sor.Cecilia
Yo también tengo miedo al dolor y al sufrimiento, pero no a la muerte.
ResponderEliminaruna lluvia de besos