domingo, 26 de abril de 2015



La diversidad del pensamiento es algo que tiene un número millonario de seres humanos...cae de su peso. Aceptar a esa diversidad en su forma de vivir persona por persona, es algo imposible sin duda alguna. El corazón es algo noble que tiene nuestra identidad al nacer y mientras vivimos, muchos lo buscan en lo tangible y otros pasan de él. La maraña de nuestras vivencias buenas o malas, penetran en la razón sin querer y nuestros actos dependen de nuestra razón...
Imagínense por ejemplo que díria cada habitante de este mundo en su conocimiento acerca de la música (cualquier cosa valdría). Según cada cual a unos les encantaría y no podrían pasar sin ella...otros serían todo lo contrario...sin embargo, hay gente que le gusta pero les da igual escucharla y otros que si la escuchan tampoco le viene mal. Desde un extremo a otro existe un balance enorme de posibilidades...Desde un extremo a otro hay personas con un amplio abanico de gustos en la visión de su pensamiento. Podríamos hablar de futbol. ecología, amor, literatura, las galletas, el pan, el pescado etc etc y sin duda alguna, hay gustos y desencuentros para todo y todos.
Entonces, por qué no nos educan en saber aceptar y ser humildes de corazón...Aún así, tengo muy claro que cada persona en su fuero interno, decide en algún punto de su vida ser buena persona o no y, entre lo malo y lo bueno, también hay un balance de posibilidades...




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