Mis piés se balancean en el precipicio ya conocido... adelante y detrás, a un lado y a otro danzan mis piernas como niño que no le da miedo el vértigo de la profundidad. La angustia mas o menos se domina por la experiencia, la amargura no. A un palmo me pierdo en un abismo dulce de cruda caida...adelante detrás, a un lado y a otro, la caida me llama con palabras tentadoras...¿y si salto y conozco la eternidad?...
No es buena idea, Besos.
ResponderEliminarAngustiosa entrada. Triste es cuando esa salida te parece buena.
ResponderEliminaruna lluvia de besos