Nada más más abrir los ojos mi amor me tomó de la mano...Pasamos la
mañana como vuelo de palomas que se arrullann en los nidos o bebiendo de
las fuentes. Llegó el mediodía y almorzamos con nuestros ojos que se
comían en medio de tanta gente como cabía en esa ciudad. Después,
cogidos de la mano, tomamos café y hasta en el centro comercial, me
regaló un perfume. Mi ánimo se entristecía cuando caía la tarde pues él
era de otra ciudad; mas allá de Huelva, en Marruecos. Llegamos al
puerto donde se dispensan los barcos de ultramar y nos comimos una bolsa
de palomitas entre risas y trsitezas. El partió y yo, en mi fuero
interno plena de sentir, ni alma llegó al atardecer...
Qué bellas las historias de amor!Y cuando llega el atardecer...las emociones laten a velocidad del rayo.La mar por medio ,linda mar ,pero separa corazones.
ResponderEliminarBesucos
Gó
Detalles inolvidables a la luna de Marruecos...Un saludo.
ResponderEliminarQué bello y qué triste. Un beso.
ResponderEliminarLo más profundo sin dudas
ResponderEliminares lo que queda del dulce recuerdo en ese atardecer frente al mar...
no hay nada mas bello que ver desaparecer el sol en el agua.., la imaginación siempre se nutre de vida.
Precioso dibujo hablado de un encuentro romántico. Felicitaciones.
ResponderEliminarUn cuadro que habla de amor, siempre es inolvidable y bello.
ResponderEliminarAbrazo
Amores a distancia ensueñan realidades
ResponderEliminarCariños
Bellísimo relato. Besos.
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