Caminante no hay camino

Soy caminante y juez de mis actos. Con los años que tengo mucho me queda por errar y otro tanto por conocer...En mi camino, mis pasos se encontraron con el amor que nunca tuve y lo más vacío del ser humano. Buscador me llamo a mi mismo porque jamás deje de buscar el porqué de las cosas además de mi existencia. Camino por las calles perfumándome de ambientes ya conocidos; de gentes que como yo buscan y buscan casi siempre sin hallar nada en particular. Me sorprendo de la maravilla que Dios nos ofrece para porder pensar y de la gradación a la que llega la gente que está perdida...Mis pasos al final son encontrados tan hondos como el sentido de la sencillez del corazón; de comprobar que el amor es lo simple de una respuesta en una pregunta...Veo a bagabundos españoles que alguna vez trabajaron sentados en las aceras de Cordoba y me duele mucho.

Somos seres herméticos que por desconfianza la vida nos ha enseñado a ser seres fríos como estos días de invierno. Cantidad de gentes podrían ofrecer a la sociedad lo mejor de sí mismos y antes que a la sociedad, a ellos mismos. Mis pasos se van encontrando muchas veces en plena soledad sin sentirme solo. Ahora no conozco el aburrimiento y encuentro al amigo cuando lo busco. Pero sé del dolor y la desesperanza de las gentes por vivirlas en mi. Abro mis alas a la gente necesitada con el error de muchas veces hacer daño sin quererlo...Cada locura, es un pecado dice la Biblia. Pero el corazón que posee el ser humano supera las dificultades y dá luz al caminante...

Algo tan cercano como el amor y ten lejano de conseguir cuando la gente deambula perdida...La melodía de la vida se repite con el nacimiento de cada niño. Vivimos en 2018 en una casa, una familia, unos hijos, unos bienes pero ¿qué pasa con nuestro corazón que tanto sufre?.Si al final todo es sencillo con una explicación simple...