jueves, 1 de noviembre de 2018
Locura fosforescente
Tenía un tumor benigno. Los médicos, tras varias pruebas de resonancia,TAC y análisis de sangre, me dijeron que lo mejor era exirparlo porque de otra manera podría padecer de ceguera o quizá, de algo peor...Me comentaron que después de la operación habría efectos secundarios pero que la operación estaba estudiada y era sencilla. Si todo salía bien, a los dos días estaba en casa...
Me anestesiaron por completo y antes de cerrar los ojos el neurocirujano mi guiñó un ojo en broma, fué lo último que vi. Me quitaron el tumor y al parecer la operación era un exito pero me mantuvieron sedado varios días, solo recordaba que tendría efectos secundarios pero no especificaban cuales...La anestesia se pronlongó y los calmantes eran tan fuertes, que vivía entre un mundo y otro; mezclando realidades y fantasías algunas bastante angustiosas...
Me llevaron por fin a casa. Mi familia por causas de trabajo y niños pequeños no podían cuidarme así que contraté a dos chicas para que se turnaran en mi convalecencia...
Una voz me decía ¡¡MATALA!!, ¡¡MATALA!!,te esta matando...¡¡MATALA MATALA!!...y yo sufría en mis delirios y gritaba ¿A QUIEN?...Otras veces volaba sobre una verbena donde todo el mundo que conocía se abrazaba al son de una orquesta y no se escuchaba la música tan solo el sonido de los pies bailando en el suelo. De ves en cuando unos ojos verdes fosforescentes acribillaban mi mirada siempre en silencio y cuando se alejaban, una sonrisa macabra me hacía dar gritos descomunales pidiendo auxílio...
Aquel infierno no tenía fin. Las asistentas llamaban continuamente al hospital diciendo que tenía convulsiones y que al parecer hablaba otro idioma que no era el mío. Intentaba llevarme las manos a la cara haciéndome daño porque aquellos ojos verdes fosforescentes me perseguían y gritaba con pánico que "¡¡Es el diablo es el diablo!!"...Me daban calmantes y yo no tenía respuesta hasta que llegó el médico y me puso una inyección como para tumbar de sueño a un caballo...
Estaba inmóvil; ausente. Aquellos ojos no dejaban de mirarme casi rozando sus pupilas con las mías y yo sólo quería tener un descanso; lo deseaba con toda mi alma y, estaba abatido, exausto...
Al parecer la chica que me cuidaba salió de la habitación al ver que dormía profundamente. Fué a chatear con su novio y fumarse un cigarrilo a la puerta. Fué cuando desperté. Ya no estaba amarrado a la cama y fuí al cuarto de baño casi a oscuras; huyendo de aquella mirada.
Cuando enciendo la luz del lavabo, veo mis ojos verdres fosforescentes y de un grito atterrador, me los saco de sus órbitas sintiendo la sangre que me recorre por el cuello y el pecho hasta el suelo...estoy ciego ahora. Algo falló en la operación pero todavía veo aquellos ojos verdes que me persiguen...y quiero morir.
Uff,qué pesadilla más mala(nunca son buenas)
ResponderEliminarQué angustia me ha dado .Será por el día 1 ?
La verdad es que los médicos se debieron pasar con la anestesia
Leerlo a estas horas de la madrugada dan escalofríos-
Yo que estaba comiendo un dulce de Navidad(sonrisa)
Muy elaborada historia
Besucos amiguco
Gó
El terrorífico acaba instalado en el cerebro del tipo. No sé si la idea es para esos relatos jueveros, que iba sobre seres terroríficos pero brillante, muy brillante, casi fosforescente.
ResponderEliminarMe gusta cómo se ha ido plasmando la presencia de otro ser dentro , cómo alucinaciones auditivas van tomando forma. Y ese estilo cuidado en los cuidados que requiere. El final es sin duda la guinda de un pastel de buen narrador.
Un abrazote.
Una historia bastante fuerte
ResponderEliminarse lo que se siente , cuando despiertas o duermes esas sensaciones
no se lo deseo a nadie
Tambien como la anestesia hay medicaciones que te hacen ver todo eso,
oirlo hasta sentir el tacto .
Al menos parece todo en tu relato
volvio a la normalidad
Un beso y que tengas un feliz fin de semana
Con unos ojos así persiguiendote todo el día uno puede perder la razón; contando con que alguna vez la tuviera...Saludos maléficos.
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