Lleva la pintura de carmín en el recuerdo, la mirada perdida en lo profundo y una melancolía que se recrea en su cuerpo desnudo...Miles de horas lo perseguían dibujándola milimetro a milimetro, segundo a segundo; ardía en pasión escondida cuando su tacto se paseaba por los labios y de los labios al corazón...
Compró lienzos y pinceles, pintura roja carmín y agua bendita que robó de una iglesia.
Cada noche se esmeraba con los ojos cerrados y el pincel en su mano. Tenía que dibujarla tal cual de cada sueño, de cada vivencia que le robaba el sueño...Así pasó su verano con pinceladas arrepentidas pues no lograba hacer realidad aquella realidad que se convirtió en sueño.
Llegaba septiembre y las vacaciones se acababan. Su casa era un desastre repleta de intentos fallidos. Apenas comía, apenas salía, apenas dormía y apenas vivía persiguiendo aquella imagen de aquella mujer que besó solo una vez. Agosto llegaba al zenit como su paciencia y poco a poco el sueño se apoderó de él eternamente...Tomaba medicamentos para dormir contínuamente porque así no dejaba de soñarla; su imagen jamás se deshacía mientras dormía. Tomaba somníferos cada vez que despertaba hasta que en un momento, ella se le apareció y el con los ojos abiertos pudo admirarla. Ella volaba envuelta en gasas angelicales. Le invitaba a seguirla más allá del balcón y del balcón se estrelló en el asfalto de la realidad...
El piso estaba repleto de bocetos arañados donde unos labios rojos intentaban ser reales y el gato, muerto de hambre, no tenía otra cosa qué comer...
Es una maravilla tu relato.Y más si se trata de pintura
ResponderEliminarEL amor es algo tan fuerte que el protagonista no lo pudo controlar.
Y sus pinceladas no conseguían plasmar su sueño,su emoción...
Eso ocurre en la realidad:a veces manchas un lienzo y lo borras,y vuelves a intentarlo y ...no sale
Entonces,es mejor pararse.
Alguna causa tendrá detrás
Besucos,amiguco
Gó
Los sueños a veces cobran tintes surrealistas.
ResponderEliminarUn texto precioso. Ese final, duro y contra el asfalto de la realidad, con la guinda del gato, es una genialidad.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Quiso pintar un sueño pero le fue difícil y su gato se moría de hambre mientras el se alimentaba de su obsesión por lograr pintarla pero la realidad se impuso entre el y lo que soñaba. Que triste que la realidad destruya un sueño. - Bello texto amigo Buscador. Saludos.
ResponderEliminarCorto e intenso relato.
ResponderEliminarBesos.
Feliz verano.
Una hermosa pintura en el lienzo mismo de tus letras, un placer leer tus relatos que marcan un antes y un después.
ResponderEliminarUn abrazo poeta.
Un texto muy bonito tienes mucho talento para escribir amigo. Feliz semana.
ResponderEliminarBreve y muy bello tu texto. Como se dice la bueno cuando es breve es dos veces bueno.
ResponderEliminarBeso al alma.