jueves, 30 de enero de 2020


Cuando nada hace su efecto, cosas como el dolor nos pueden. Cuando a veces estamos solos o nos sucede algo que puede con nuestras fuerzas, ella aparece en un soplo. La edad no supone un obstáculo para echarla en falta; hasta el moribundo te nombra antes de morir. Qué me diste de mamar para recordarte ahora en mi soledad; que cosas me unen a tí y me unirán cuando mueras si hasta cuando tengo pesadillas a mis 51 años, aún grito MAMÁ...


5 comentarios:

  1. La madre no pierde el oficio con los años, como avalan hast los asesinos antes de morir.

    Un abrazo y por las madres, siempre al pie del cañón

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  2. Una madre es insustituíble. Un beso

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  3. Creo que te dejé este comentario en la entrada de aniversario de mi madre
    QUé tendrán cuando a cada momento decimos:Madre mia!!Y cuando si ocurre algo,las llamamos aunque ya no estén...
    Bellísimo amiguco
    Besucos

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  4. Me gusta lo que has escrito.
    Y si bien no recuerdo a la mía
    murió cuando yo era muy chica.
    La llevo siempre conmigo es parte de mí y mi vida

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  5. Ella es insustituible y por su semilla llegamos y aun estamos por esta parte encendidos...ya llegará la hora u el tiempo de volver a reencontrarse.

    Abrazos.

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