No sé muy bién cuanto tiempo hace que no bailo. Recuerdo a mi hermano que se avergonzaba de mí por ver a 1.83cm bailar de esta forma tan destartalada.
Todo ocurrió un día de fiesta de Navidad. Mi colegio cantaba villancicos o preparaba obras de teatro y yo, debutaba como bailarín al son de los Bee Gees. Recuerdo la foto de aquel maldito single donde John Travolta disparaba su dedo al cielo en medio de una discoteca con luces multicolores y las chicas de mi pueblo se lo comían a besos. Yo por entonces era un chico atractivo...elegante...con clase...golfillo como debe de ser...Total, un tio con gancho al que las chicas soñaban con el de la forma más coqueta y permanente. Mi profesora me animaba por creer en mí dotes para el baile y todas las chicas de mi clase se me ofrecían por acompañarme y hacer coros a este jilipollas (me refiero a John Travolta)...
En el día del estreno no se cabía de gente en el salon de actos. Mi profesora tenía fe en que todo saldría bién y las chicas de mi clase se sabían de memoria cada paso y pirueta...Por el megáfono, la chica de moda de la clase me anunciaba como el John Travolta de Rute (cosa que esa presentación no me agradaba lo más mínimo)y la música comenzó a sonar.
A veces pienso si mi sentido del ridículo se debe a ese baile estrafalario; mover mi piernas de alambre como la gallina turuleta o por escuchar los silvidos y las protestas más oscenas del distinguido público. Total un desastre... Sin poder evitarlo aquella actuación marcó mis dotes expresionistas y ahora sólo bailo en privado. Me da verguenza recordar aquel show y mi profesora nunca jamás me refirió nada de nada...y tampoco mis compañeras de baile. Aquello quedó oculto y sin opinión durante el resto del curso; como un familiar que omite la verguenza de su familia...
Pero esta tarde me dió el gusanillo de volver a bailar. Me he comprado un CD maravilloso y aquí, solo en mi casa, mis piernas me recordaban aquellos pasos de baile y he de reconocer que me he sentido feliz. Si me vierais con qué estilo muevo mis piernas y me agacho y me levanto, salto y corro por mi salón, parece que estoy corriendo detrás de los perdigones por el campo. Ahora os dejo, que tengo que bailar...
Lo importante es que te guste a ti. Un beso
ResponderEliminarajajjaaj, seguro que ahora te diviertes mucho más que cuando tuviste que hacerlo en el salón de actos ..
ResponderEliminarBailar ejercita todo el cuerpo y da alegría así pues te animo a que lo sigas practicando en casa o donde tu quieras.
Un abrazo a ritmo de chac-cha.cha
Sí sigue bailando que el baile alegra el corazón y lo sana, no importa si bailas bien o mal, lo importante es dejar que la música te llegue y luego el cuerpo se mueve solo.
ResponderEliminarBesazo al alma en esta mañana, muakkk.
Mi sentido del ridículo es nulo y bailar, sin ser algo que me haya quitado el sueño, si que es una de esas cosas que haces constantemente.
ResponderEliminarY entiendo que la patosidad de casi dos metros es mucho pata. Me suena mucho eso.
Pues claro que sí Rute, bailar y cantar, yo lo hago a menudo y me sienta de maravilla. No veas cuando pude bailar de nuevo (De aquella manera) después de cinco meses inmovilizada por un accidente que tuve, ese día fue grande y recuerdo hasta la música que bailé “You never find” de Lou Rawls, inolvidable. Un placer leerte de nuevo. Abrazos.
ResponderEliminarJajajaja, seguro hoy si tiene un profundo sentido el baile...y de esa manera desalojar la neura y más que nada sentirse auténtico.
ResponderEliminarBien.
Biala, encantada anécdota juvenil y muy frecuente, estoy segura. Bailar es soñar con los pies, como ya te dije, así que por seguir el ritmo, el sea, que te cale y haga que te muevas-
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde, amigo
El baile es una de las mejores armas que tenemos para desconectar del mundo que nos atenaza desde fuera. Haces muy bien en bailar aún en el supuesto caso de que técnicamente no lo hicieras bien,que parece que no es el caso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, mi querido amigo!
ResponderEliminarMe gustam tus textos con humor y muy descritivos y pormenorizados.
Recordar bailos de nuestra juventude es siempre muy agradável, quer tivéssemos bailado bién ou mal.
Bonita y educada a atitude de tus companheras y professora.
Baila, baila, ahora! O vídeo es bién animado.
Besos y bon fin de semana.