De forma delicada van despertando venidos de un sueño veraniego. Sin darme cuenta, la noche le gana al día, los amaneceres son diferentes y nuestro pensar va enlazando detalles que parecían olvidados. Van despertando perezosos esos días de quietud donde te detienes en recuerdos inducidos por los sentimientos...Se siente el ciclo natural de los ancestros y de la vida que va tomando el control de nuestro ciclo vital con una sensibilidad a veces exquisita. Llegan los días tristes, los sonidos evocadores y las luces que me envuelven en una atmosfera muy especial...y nuestro corazón habla desde el silencio. Tengo que reconocer que este tiempo que se avecina tiene un encanto peculiar. Llega septiembre.
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