Esta tarde, al entrar por la callejuela de La salera, la memoria me hablaba de
recuerdos. Son esas veces donde la garganta se te hace un nudo y
procuras que la gente con la que te cruzas, no te vea llorar...son en esas
ocasiones donde el corazón me habla de cosas que son íntimas...Recuerdo
el perfume de anís impregnado en los monos de trabajo cuando un empleado
de una destilería entraba en mi casa o cómo esta tarde, la calle se
perfumada de La flor de Rute con sabor a dulce de almendra que se hornea
con mesura. Vuelven a mi memoria todas esas historias entrañables que
marcan el pasado de ser quién soy. Recuerdo a mi padre, a mi tío y a mi abuelo...La Navidad, viene esta vez con paso
acelerado. Ojalá pudiera entrar en cada corazón cuando el perfume de los
dulces o los anisados acompañan por las calles de este pueblo. Algo nos
une venido del pasado. Mañana, mis amigos Antonio y Emiliano despertarán sin nada más
qué hacer y yo andaré por Córdoba como cada día mientras mi amigo Quisco imprime sueños. Estas
fechas que se acercan, son muy especiales para la gente de Rute. La memoria nos atrapa con su perfume de sabor a Navidad como cada año desde siempre y para siempre.
Bonito pueblo del que nos habla, no lo conozco en físico, pero si a través de una buena vecina que ya nos dejo, ella era de allí y siempre tenia en su boca *Su Rute del alma querida*. Un abrazo y muy feliz martes.
ResponderEliminarHasta aquí me llega ese perfume.
ResponderEliminarMe ha gustado recorrer con la imaginación tu lugar, a través de tus palabras y sentir los recuerdos que te traen esos aromas... la Navidad que ya está por llegar. Tus amigos, Toda la emotividad que contagia tu entrada.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Perfumes que nos llevan al ayer. Es tan curioso como cierto. Me ha encantado el olor del mono de los operarios.
ResponderEliminarUn abrazo, y a por unos deseos navideños que se cumplan. Un abrazo, amigo
Hay perfumes que nos traen recuerdos de otros tiempos...... Saludos amigo Buscador.
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