Volver a nacer es una expresión que te llena de esperanza. Las personas mayores nos volvemos niños cuando soñamos. Yo dentro de nada volveré a nacer al menos en mi recuerdo; cumpliré 54 años. Si valoro mi último año, no ha sido malo. Poco trabajo sí sin embargo, mi tiempo libre ha sido fructífero y me he olvidado de muchas cosas que eran pura rutina. Justo al amanecer, volveré a nacer. No olvido mis obligaciones, tampoco me preocupa mucho aquello que no puedo arreglar...Si me miro al espejo, veo a un rostro maduro. Si miro a mi corazón, siento que todavía soy joven. Ya casi es media noche. Me desnudaré para tomar una ducha. Dormiré y cuando suene mi despertador será como volver a nacer...
Hay un canto lleno de silencios. La memoria me trae recuerdos mojados en sentimientos...Pasadas las 11 de la noche, este sábado está haciendo las maletas pues ya llega el domingo. Sigur Ros me lleva y me trae al abismo de la oscuridad. La tele no tiene voz. El fuego derrite España, la guerra de Ucrania continua y las piscinas o las playas se llenan de gente...Apago la televisión y Sigur Ros ya van por el 4º tema. Supongo que en Isladia hace frío pero aqui nos derretimos. Hoy no he salido de casa. He cocinado y el aire acondicionado ya me pasará factura. Mi pueblo se prepara para las fiestas patronales. Dicen que hay cantidad de infectados por el virus. Los bares y los pubs se llenan de gente, todo el mundo se habla a una cuarta de la nariz sin mascarilla y supongo que la 7ª ola se dará la mano con la 8ª...Vuelvo a visitar el pasado; cuando me quedaban asignaturas para el verano y aprobaba en septiembre con buenas notas. Vuelvo a la piscina minicipal, a los amigos que venían de vacaciones, a la terraza de Los álamos, a nuestros baños en piscinas particulares, a mi bicicleta, a mis bombas de polvora y a este silencio que es como un canto del pasado que se llena de sentimientos. La noche veraniega se perfuma de ese no se qué que la hace diferente. Echo de menos el invierno pues se suda menos y si tienes frío te abrigas. Mi casa es un horno. A las 12 de la noche, la Aurora se paseará por las calles de mi pueblo cantado a la Virgen del Carmeny me despertaré en domingo cuando los días se acercan a mi cumpleaños y seré mas viejo según mi carnet de identidad...
A veces, sentir el adios se hace con el aroma del café...El adios es la prolongación del alma. Su aroma, ofrece un conjuro para el recuerdo que entra por tu nariz y por tu ropa; calándote hasta los huesos mientras ese sentir fluje olvidando todo lo demás. Un buén café es la buena compañía que acompaña al sentimiento. La mirada se pierde pensando en no se qué, el tiempo se pierde ausente de cuerda y el camarero, te deja el ticket con 1.30...Con el sabor del café la tensión arterial se sube, el corazón se acelera con lo que nunca quizás llega...Y camino bajo sus efectos abrigado de otra lucidez. El adiós de una estación de tren es un ir y venir de maletas y de gentes. Paseo por la avenida dejando atrás la estación. Trago saliva con sabor a café y tu imagen, más que nunca ahora, solivianta ese deseo de querer que aún estuvieras aquí por lo menos, para sentir lo que ahora siento...Gracias al café.