Hoy he sentido el frío en mi cara. Diciembre llega como un tren en una estación que nos trae la Navidad. Recuerdo esos días de frío que nos invitan al recogimiento mientras se camina con los pies fríos...Llegan los recuerdos como llega la soledad vestida de Feliz Navidad. Me pregunto qué tienen estas fechas cargadas de nudos en la garganta como polvorón que no tragas bien. Esta es mi primera Navidad que pasaré completamente solo y me quiero hundir bajo las mantas de mi cama viendo pasar estos días para despertar en enero. Las aceras se llenan de personas ausentes, los niños sueñan con sus regalos y la lejanía se hace más palpable cuando vives solo. La Navidad es pasar por un trago de recuerdos mientras que sientes que tu corazón late para sentirlo en tu cuello como un pulso que mantienes a la vida. Al anochecer, la calle se llena de soledad en este pueblo y ni los gatos salen a maullar. Me molesta todo y nada para calmar este desasosiego mientras ella, me lee en la distancia...
Qué escrito, con tanto sentimiento, y emoción , solo puede decir que cuando acude la soledad solo nos queda recurrir a los recuerdos. Un abrazo.
ResponderEliminarUn precioso título el de tu entrada y muy real.
ResponderEliminarMuy sentido, imaginando a esa mujer leyéndote a distancia.
ResponderEliminarEl mes próximo llega siempre cargado de nostalgias. Un abrazo, amigo
Pues yo prefiero soledad en estas fechas. Un beso
ResponderEliminarSon fechas muy sensibles porque las soledades ganan protagonismo.
ResponderEliminarUn abrazo.