Nuevamente participo en lo encuentros jueveros con un relato que escribí hace tiempo con mi amiga Sirena Varada. He tomado la imagen de un diván. Espero que os guste. La dirección del blog anfitrión es: https://escritoranuriadeespinosa.blogspot.com/2024/02/convocatoria-relatos-de-los-jueves.html#comment-form....Es de Nuria Espinosa y con todo mi afecto espero que os guste y disfrutéis lo mismo que yo.
Gracias Nuria.
https://escritoranuriadeespinosa.blogspot.com/2024/02/convocatoria-relatos-de-los-jueves.html#comment-form
No había nada comparable a ella. Hacíamos el amor cada fin de semana a
escondidas en la habitación.
Todos los sábados por la tarde me esperaba
desnuda en mi imaginación… y su pierna era irresistiblemente perfecta…
No sé el porqué, pero quedé atrapado por ella. En mi memoria durante la
semana aparecía el resto de la maniquí y su pierna como algo mágico y
verdadero a la vez; una pierna perfectamente imperfecta que me llamaba
al sexo. Cada Jueves pasaba por el mercadillo y me paraba delante de un
puesto donde todo eran señoras menos yo, y me dedicaba a examinar el
género concienzudamente... La pierna número nueve. Sí, esa era la que me
enseñó a dar besos al aire recreándome en la imaginación mientras me
revolcaba solo en la cama como un poseso. Más de una vez quise
secuestrarla y arrastrarla por detrás de aquel furgón; poseerla y hacer
del erotismo un arte para amar el plástico.
Durante toda la semana la
esperaba con impaciencia hasta que llegaba el jueves...y allí estaba:
inconfundible entre sus hermanas gemelas; con un toque erótico que me
volvía loco...siempre quise tocarla y abrazarla pero no encontraba la
manera. A veces me hacía el distraído y al pasar por su lado arrojaba
una moneda al suelo: Era el momento perfecto para acariciarla, tocar esa
pierna con ese tobillo que daba la sensación de bailar un eterno tango o
un baile de cancan al estilo del viejo oeste. Pero no la tocaba por
miedo a sufrir múltiples orgasmos en público. Desde que la vi mi vida ha
cambiado por completo. Solo tomo comida plastificada y gominolas por
aquello de la goma. Incluso he excavado una especie de zulo en el cuarto
de baño de casa para que sólo sea mía...solo mía...!!!que deseo más
lujurioso!!. Apenas duermo, he dejado de ir a la oficina, no visito a
los amigos y tampoco me tomo mi cubata de ron con coca-cola. Ella esta
presente en mi pensamiento y no sé lo que voy hacer. Ayer la fotografíe
con la cámara de mi móvil y ya he cargado cuatro veces la batería. Apago
la luz del cuarto y aparece en la pantallita como una actriz de cine a
la que yo, me entrego al onanismo puro y duro.
No se lo que hacer doctora.--¿Doctora?---¿Me escucha doctora?(abre los
ojos tumbado en el diván y ve una falda, unas piernas, unas medias. Las
medias de su amor. Se lanza por ellas y del golpe se vuelve a caer de la
cama. Su mujer enciende la luz y le dice...!!!Manolo!!! Estoy
seriamente preocupada contigo. Te dije que no tomaras mas enfermos
mentales en tu consulta porque te afecta muchísimo.
Buscador y Sirena
Me alegro de tu participación, es mu buena. La verdad que el final es sorprendente. Un abrazo.
ResponderEliminarJajajaja, qué bueno. Un inicio que parecía una obsesión, una fobia hacia esa pierna que parecía su perdición y al final resulta ser una pesadilla a causa de un paciente... Diste un giro impresionante a ese relato cuya obsesión del protagonista parecía terminar con una masturbación y es una pesadilla... Muy buena la imagen final de él lanzándose hacia las medias y la mujer gritándole, Manolo!!!
ResponderEliminarMuy original he ingenioso.
Te aplaudo.
Un abrazo
Muy bueno. Esa pierna está dando mucho juego al narrador. El final es muy cómico.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.
La realidad es donde te caes de la cama.
ResponderEliminarUn saludo
Es un relato con varias vueltas de tuerca, lo cual se agradece pues te vas atornillando en la historia y no puedes dejar de leer. Me permito añadir que yo habría seguido las historia dividiéndola en más episodios evitando el final. Da mucho de sí el argumento.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Tremendo y genial relato! Puro erotismo hasta que acabamos en el diván! Y es que, si pudiera hablar...tendria tantas historias que explicar! Je je! Un abrazote!
ResponderEliminarQue bueno! Y que buen giro el del final, desde luego imaginación no te falta, besos.
ResponderEliminarMe asombra la cantidad de fetichismos de los que es capaz el ser humano. No le arriendo las ganancias a Manolo, teniendo que sufrir, día sí y día también, las obsesiones de sus pacientes
ResponderEliminarhasta el punto de llevarse el trabajo a casa en forma de pesadillas. La última vuelta de tuerca lo devuelve a su realidad y nos sorprende a los lectores. He disfrutado con la lectura de tu relato. Un saludo.
Creí haberte comentado. Un relato con mucho trabajo interior, y que es una delicia de leer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo
Muy bueno. Tal y como empieza parce más bien un relato con trazos eróticos pero el final es magnífico. Enhorabuena. Saludos!
ResponderEliminarlady-p
¡Hola! Jajajaja, qué bueno el final. Parecía otra cosa y luego... Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Muy bueno, sí señor !!!!!!
ResponderEliminarSAludos
Interesante el relato escrito a cuatro manos.
ResponderEliminarMe gustan sus pseudónimos. Un Buscador puede querer encontrar a una Sirena varada.
Efectiva la revelación final. El protagonista resultó ser un psicoanalista, que está siendo afectado por sus pacientes.
Saludos.
Muy buena historia, me ha sorprendido el final, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Bueno bueno... no creo que este tan a salvo, porque solo fuera un sueño. No conozco a nadie que sueñe los sueños de otro. Yo le regalaría una pierna de maniquí, para exponer nylons, y veremos si el matrimonio aguanta o los celos empiezan a hacer de las suyas.
ResponderEliminarAbrazooo
Me gustó mucho tu relato, Buscador.
ResponderEliminarNo me sorprendería nada fetichizar una pierna de plástico teniendo en cuenta el fetiche con los pies *.*
ResponderEliminarEso sí, que al final fuera la pesadilla de un psicólogo... ¡Genial!
Besos jueveros, Buscador y Sirena
como Serrat de cartón piedra, es increíble como vemos el erotismo los hombres y lo que las mujeres no alcanzaban a percibir..
ResponderEliminarUna pequeña danza erótica, la perfección de un juguete.