No se lo digas a nadie

Es fácil pensar en como debería de ser nuestra vida. Sueño y me imagino con deseos que de alguna manera me ayudan a vivir y sin embargo no conducen a nada. Me ilusiona tremendamente la vida por decubrirme y descubrirla; por encontrar a ese buscador que anda perdido con deseos de hacerse crecer y por hallarme en esas cosas que tanto me sorprenden. Nunca jamás me conformé en la vida cómoda y he peleado por cosas que sólo tienen un valor íntimo. Con el tiempo mi sonrisa se hace clara y ligera porque el secreto de todo no esta en amarrar multiples cosas que se olvidan sino, en sentir lo invariable que hay en uno mismo. La vida esta llena de moscas que revolotenan llamandonos la atención; ideas que sabemos que están ahí pero que no sabemos asimilar. Nuestro mundo interior se hace tan complicado que no queremos pensar por no sufrir y es entonces cuando el dolor de vivir se convierte en un fracaso. Lo más maravilloso de esta vida esta detrás de cada mirada y mi meta se vuelve viento que prescinde de todo aquello que quiera meterlo en un globo de goma. Practicamente, nadie nace a medida de lo que hay establecido y comprender el secreto de nuestro lado más íntimo, quizás nunca se lo digamos a nadie porque no hace falta...