Hace pocos días fuí testigo de algo que me marcó y creo que siempre lo recordaré. El motivo es que le he dado varias vueltas al asunto por tener esta memoria cronológica y me pregunto por mi identidad de pertenecer a una decada determinada en mi vida; a esa época en que todos los aconteceres de mis 42 años, podrían tener respuestas a miles de preguntas sobre mi origen y como siempre, busco respuestas en mi pasado. Me pierdo en infinitas preguntas por tener tantísimas dudas pues me resulta difícil deshechar cosas que son sólo mías por marcar recuerdos y vivencias de una época. Con frecuencia nuestra realidad se evade en innumerables causas ya que vivir el presente puede costar un trabajo horrible.
Hace pocos días una persona abrazó mis sentimientos y me hizo pensar en algo que tenía olvidado...Me hizo pensar en mí, en Domingo, y de cómo a pesar del tiempo esa vocecita de niño, joven y mayor sigue siendo la misma. Con frecuencia busco mi soledad más deseada y sentirme en paz conmigo mismo: Me da el placer de vivir esa mi identidad propia e intemporal que tenía olvidada.
Ese testigo son los silencios de alguien a quien escucho y muchas veces se siente identificada conmigo. Siempre nos recuerdan quienes somos los dos...
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