viernes, 9 de octubre de 2015

El fruto de la flor


La flor de mi pensar es perfume del recuerdo...de tantas cosas pasadas que se agolpan a veces sin orden ni concierto; divagando en tonterías a veces y buscando no se qué... A mirada perdida en la lejanía, me vienen detalles muy desordenados; como la película de mi vida en fascículos en la que el único expectador soy yo. Aquellas sensaciones, imágenes y palabras forman parte de mi forma de ver el mundo y mi mundo personal que en el día de hoy, recurro a ellas casi sin ser consciente de mi memoria. Vivo a diario en la ramificación de una red donde lo real y lo irreal, lo verdaderamente mío y lo que no es, forma parte de ese acierto que a veces es error de la razón...Nadie puede vivir sin un pasado, aunque le cueste llevarlo a cuestas. Uno se esfuerza en mejorar por llegar al corazón y profundiza en su buén hacer hasta llegar a ese sentir la vida de una forma agradable a cada paso de su camino. La flor del pensamiento es fruto del nacimiento y bendito sea aquel que lo cuida desde la más tierna infancia...


2 comentarios:

  1. La subjetividad nos sujeta a nuestra esencia. Nuestra esencia nos conduce a quienes somos en realidad. La realidad nos perfora y cicatriza. La cicatriz no se realiza si no hay subjetividad aprehendida como nuestra verdad.
    Y todos tenemos una subjetividad que aprehendida o no, ha de ser respetada. Es un marco por el cual todos miramos el mundo pero ninguno lo ve ni vive ni siente del mismo modo… eso es, creo yo, lo especial al conocernos. Ampliar la mirada sobre el mundo desde los ojos de otros y desde los propios.

    Me encanta leerte, leerte también es ver desde tu subjetividad…

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias. Es un comentario maravilloso que cruza el océano para posarse sobre mi mirada...Gracias

    ResponderEliminar