lunes, 12 de octubre de 2015
La eterna infancia
De siempre me gustó la aventura; que me sucedieran cosas para contarlas y recrearme en la memoria. Crecí en una familia humilde en la que no faltó el comer pero con límites para mi libertad...A mis amigos les gustaba y les pasaba lo mismo y cada día, no pasaba inadvertido para que en alguna correría por calles o campos se buscara lo más original para seguir viviendo. Sin educación, fueron pasando los años y yo no crecía como cada niño de mi barrio. No hacía por mi vida en madurar mas bién, en decrecer y todo se fué trasformando en una pesadilla por seguir siendo un niño en edad madura...
La melodía de la vida se me escapaba entre mis manos. Mis amigos se echaban novia y algunos se casaban, todos menos yo. Me visitaron la soledad, los complejos y la amargura de ser diferente sin un trabajo, ni oficio ni beneficio. Yo vivía en el pasado y mis amigos se casaban, tenían hijos y también dinero; trabajaban y sus sueños no eran los míos...Me fuí quedando solo y marginado en los bares con sabor a cubalibres, cervezas y vinos; me hice un alcohólico y cliente perpetuo de bares hasta el cierre. La gente me daba de lado y las broncas de mis padres fueron menguando cuando ya no tenía salida ni remedio...Alguien me saludaba por la calle pero yo iba ausente quizás por alcohol o amargura. Mi memoria recorría mis fechorías junto a mis amigos y he de reconocer que a veces lloraba...
Con los sesenta cumplidos quedé solo en casa de mis padres, todos murieron y a mí, me quedó una pensión de invalidez gracias a no sé quién de gobernación. Comía muy mal a deshoras y mi casa parecía un establo de cerdos por el mal olor. Mi paga se iba en la bebida y hasta los familiares mas cercanos me evitaban.
Como una calavera mi esqueleto se paseaba por las calles hasta que no puede más y caí al suelo. Alguien quiso levantarme, alguien que conocía de mi juventud. Mi mirada perdida se alzó al cielo antes de morir y grité: ¡¡¡MAMAAAAAAAAA!!!
Conmovedor relato.
ResponderEliminarUn saludo
Creo que cada día nos cruzamos con seres así y es muy fácil la crítica sin preguntarnos que le llevo ahí...
ResponderEliminarUna historia bien llevada, con las palabras justas para emocionar.
Saludos afectuoso
Es triste como la vida de algunas personas acaba siendo amargura, soledad y pena.
ResponderEliminarUna historia bien creada, aunque muy triste.
Una lluvia de besos, dulce buscador